martes, 15 de marzo de 2011

El español en la Argentina

Título: El español de la Argentina.
Autora: Berta Elena Vidal de Battini
Buenos Aires. 1964. Edición del consejo Nacional de Educación

El español de la Argentina escrito por Berta Elena Vidal de Battini en 1964 lleva prólogo de Ángel Rosenblat y cartografía de María Teresa Grondona.
El libro está dedicado a los maestros de escuela primaria y se propone describir el uso de la lengua en las diversas regiones argentinas. Dice en el prólogo Ángel Rosenblat:
Los correctistas del lenguaje padecen por lo común un error que nace de una falta de perspectiva de lo que es la lengua, diferenciada por naturaleza según regiones y según los estratos sociales. No se puede aplicar al habla hispanoamericana general las mismas normas que al español peninsular. El seseo, por ejemplo (la igualación de los sonidos s-z-c: señor, azahar, ciencia, etc.), es un hecho consumado e irreversible de nuestra pronunciación.
Como vemos, ya en la década del ’60, y a pesar de un fuerte acento normativo, este libro abre las puertas al gran tema sociolingüístico de las variaciones diatópicas.
Afirma Berta Vidal de Battini que veinte naciones se entienden en la misma lengua, el castellano o español y constituyen la comunidad idiomática hispanoamericana.
Particular importancia tiene la consideración de las lenguas indígeneas de América. Tres son las lenguas que han dado mayor aporte al español: el taíno de Santo Domingo, el náhuatl de México y el quichua del Perú. Entraron también palabras arahuacas y caribes.
Se consideran de origen indígena las entonaciones o “tonadas” como se llaman en Argentina con que se modula el español en las diversas regiones americanas.
La corriente colonizadora del Noroeste vino a la Argentina desde Perú. Penetró por el camino del Inca y por la quebrada de Humahuaca, conquistó y colonizó el territorio denominado Provincia del Tucumán que comprendía las actuales provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Catamarca, Córdoba y una parte del Chaco.
El quichua fue introducido en nuestro país como lengua de evangelización. En la actualidad hay hablantes en Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
En el español del NOA abundan las voces quichuas y se observa influencia de esta lengua en la morfología y la sintaxis.
El guaraní se habla en la zona del Litoral y en contacto con Paraguay, en el habla regional de Cuyo y en el sur de la Argentina se observa la presencia de voces mapuches o araucanas; su presencia es inferior a los quichuismos o guaranismos.
Por otro lado, la inmigración trajo numerosas lenguas, entre ellas el italiano. Se atribuye intenso italianismo al habla de Buenos Aires, no sólo en el vocabulario, sino también en la entonación y en el uso de gestos y ademanes expresivos.
Las regiones lingüísticas
El español de la Argentina tiene peculiaridades diversas a nivel fonético, morfológico, sintáctico y léxico.
Berta Vidal considera en su libro cinco regiones lingüísticas:
·         La región del Litoral
·         Región guaranítica
·         Región del Noroeste
·         Región Cuyana
·         Región central
La región del litoral comprende Buenos Aires, Santa Fe, zonas de Entre Ríos, La Pampa y La Patagonia: yeísmo rehilado, rr vibrante.
La región guaranítica comprende Corrientes, Misiones, el este de Formosa y el Chaco, parte de Santa Fe y Entre Ríos. Se observa entonación guaranítica, pronunciación de la ll castellana, rr vibrante.
La región noroeste comprende Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja y el noroeste de Córdoba.
Presenta, sin embargo, delimitadas sub-regiones como las de la Puna en Jujuy o Santiago del Estero.
Por lo general se observa la rr fricativa asibilada, s aspirada, yeísmo y abundantes quichuismos.
La Puna es la altiplanicie de los Andes, en los límites con Bolivia; ocupa el norte de Jujuy parte de Salta y Catamarca. La habitan los collas.
Santiago del Estero es una isla lingüística, su población ha conservado el quichua de la evangelización. Se caracteriza por la s sibilante mantenida en toda posición, diferenciación entre y y ll.
La región cuyana comprende Mendoza, San Juan, Neuquén hasta Chos Malal, presenta algunas características comunes con el español de Chile.
La región central está integrada por Córdoba y San Luis. En Córdoba se advierte una entonación propia o “tonada cordobesa” distinta a la “tonada puntana” de San Luis.

Algunas particularidades fonéticas
En el habla de los argentinos las vocales se articulan como en el español general. En el habla del país y en todos los niveles culturales las vocales iguales en hiato se reducen a una: albaca (albahaca), azar (azahar), alcohol (alcohol), zológico (zoológico).
Oclusivas: la b y la v se pronuncian con el mismo sonido de la b castellana.
Fricativas: s,c,z se propuncian como s(seseo). Los estudios parecen indicar que el foco del seseo se ubica en el antiguo reino de Andalucía y constituye una realidad lingüística reconocida en esa región de España y en América.
Laterales y vibrantes: En el habla de todo el país la r simple entre vocales se pronuncia con el sonido claro y breve que corresponde a la lengua general. La r final suele debilitarse con el consiguiente alargamiento de la vocal. La rr puede ser vibrante como en Buenos Aires y la zona Litoral, o rr fricativa asibilada del interior.
Palatales: la pronunciación de la ll  y la y presenta variantes diatópicas: hay zonas que conservan la ll castellana y otras donse se observa el yeísmo.
La ll predomina en la zona guaranítica  (aparaguayada)y en la zona cordillerana; mientras que en la zona del Litoral de Buenos aires y Santa Fe se observa el yeismo rehilado. También se evidencia el yeísmo rehilado más suave en el habla del noroeste argentino.
Las entonaciones: se pueden diferenciar las entonaciones porteña o litoral, la correntina (guaranítica), tonada del esdrújulo (Noroeste) probablemente provenga de la lengua cacana de los diaguitas, tonada cuyana (en Mendoza y San Juan), tonada puntana y tonada cordobesa.

La sintaxis
El voseo es el uso normal en la Argentina. A pesar de que no se usa el se usa el verbo “tutear” para el tratamiento del vos. Por ejemplo: ¿te puedo tutear? La típica forma vocativa che es inherente al pronombre vos.
El vos se une, en algunos tiempos verbales (presente, pretérito perfecto simple, imperativo) con antiguas formas verbales del plural: vos sos, vos cantás, comé, decí.
En la provincia de Santiago del Estero se usa el vos con formas verbales del tú: sales, vienes, comes.

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